Una oportunidad de inversión única en la vida
Esta semana Bill Gross aseguraba que vender bonos alemanes era una oportunidad de inversión única en la vida. Este inversor, apodado el rey de los bonos, tiene 40 años de experiencia y ha llegado a gestionar más de 200.000 millones de dólares, por lo que sus palabras suelen tener repercusión en los mercados.
Para ponernos en situación, esta semana el bono alemán a 10 años apenas ofrecía un 0,1% anual. Es decir, si usted invirtiese hoy 100, al cabo de una década obtendría 1, por supuesto sin descontar impuestos y comisiones. Si el bono elegido es a 5 años usted tendría que pagar 0,5 a Alemania para que guardasen su dinero.
Así pues, las declaraciones de Bill Gross parecen tener todo el sentido del mundo, pero él mismo advierte que no estamos en condiciones normales de mercado. Mario Draghi ha puesto su imprenta de billetes a funcionar y está dispuesto a comprar la deuda pública que sea necesaria para bajar el coste de financiación de los países, reanimar la economía europea y aliviar los sustos ya recurrentes que vienen de Grecia. Esta agresiva política monetaria explica que la rentabilidad del bono alemán sea hoy tan extremadamente baja. Los inversores de estos bonos no están pensando en mantener los mismos durante toda la vida del activo, sino que apuestan a que podrán vendérselos al BCE a un tipo todavía más bajo o negativo. Después de todo, el BCE se ha comprometido a seguir comprando bonos hasta mediados del año que viene.
Así, mientras la imprenta de Mario Draghi siga funcionando, la lógica financiera parece perder sentido y los inversores juegan a una estrategia cada vez más arriesgada, que recuerda al juego de las sillas musicales. Todos bailan alrededor del mercado de bonos, pero ¿quién querrá comprarlos cuando deje de sonar la música?
David Balsco Palau (dblascop@ibercaja.es). Ibercaja. Heraldo de Aragón, 26 de abril de 2015
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