Servicio de estudios: Colaboraciones
10-05-2015

Vale más un mal acuerdo ...

En las últimas tres semanas las bolsas de la eurozona han corregido más de un 5% acusando diversas preocupaciones. Por un lado el repunte, superior al 30%, del precio del crudo hasta casi los 70$ desata los temores a una subida de la inflación que limitaría el margen de actuación del BCE. Por otro lado, los pobres datos económicos de EE.UU. pueden retrasar la primera subida de tipos de la Reserva Federal lo que contribuye a debilitar al dólar, que ha vuelto a niveles superiores a 1,13€.


No podemos olvidar el importante foco de tensión en los mercados europeos de deuda y de acciones: la dificultad para alcanzar un acuerdo con el gobierno griego. El Fondo Monetario Internacional (FMI) podría cancelar su apoyo financiero a Grecia si no atiende su vencimiento cercano a los 1.000 millones de euros en mayo. La Unión Europea (UE) y el FMI han lanzado continuas denuncias hacia la actitud de los dirigentes griegos en las negociaciones para solucionar los acuciantes problemas de liquidez de Atenas.


Aun así, este martes pasado el ejecutivo de Tsipras se mostraba poco confiado en alcanzar el acuerdo necesario en el Eurogrupo el próximo lunes aduciendo a las discrepancias entre el FMI y la UE, que según ellos son la causa de la imposibilidad de lograr un pacto. El organismo internacional pone el foco en exigir cambios en materia laboral y de pensiones pero es más flexible con la reestructuración de la deuda griega. Sin embargo la Comisión Europea es rigurosa en ese punto y exige alcanzar los objetivos de superávit primario, aunque es más tolerante en cuanto a las reformas. Desde ese día el nerviosismo se ha apoderado de las bolsas, y aún más de los mercados de bonos, porque siempre vale más un mal acuerdo que un buen pleito.


Mientras tanto las expectativas de crecimiento de la eurozona siguen revisándose al alza y la Comisión Europea ya espera un crecimiento del PIB del 1,5% para 2015.

Anabel Laín Aliaga (alain@ibercaja.es). Ibercaja Gestión. Heraldo de Aragón, 10 de mayo de 2015


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