Servicio de estudios: Colaboraciones
07-06-2015

Keep Calm and Carry On

Este era el lema de un poster producido por el gobierno británico en 1939 en caso de que hubiese una invasión alemana durante la segunda guerra mundial. Básicamente venía a decir: “Mantén la calma y sigue adelante”. Quizás la Unión Europea debería comenzar a producir una propaganda similar ante la continua amenaza, hoy más real que nunca, de que Grecia termine por desvincularse de sus socios.

Este viernes Grecia debería haber pagado más de 300 millones de euros al FMI. Aunque el país heleno tiene liquidez para afrontar el pago, lo cierto es que la situación de las arcas griegas es dramática y es imposible que pueda hacer frente al resto de pagos que tiene que acometer en junio sin un acuerdo que permita desembolsar el último tramo de ayudas.

Pero no se preocupen, todo el mundo espera un acuerdo de última hora que desatasque las negociaciones y evite lo que podría ser el principio del fin para Grecia. Particularmente no estoy muy preocupado por el efecto contagio a otros países periféricos. Sin duda, el anuncio de controles de capitales o la salida de Grecia del Euro tendrían un primer momento turbulento, pero mucho se ha avanzado en países como España. Además, el grueso de la deuda griega ya no está en manos de la banca, por lo que el riesgo sistémico es sensiblemente menor.

Respecto al posible acuerdo, tras leer la carta del Primer Ministro Tsipras en Le Monde el pasado fin de semana, cuya lectura recomiendo, no me da la impresión de que el tono sea especialmente conciliador.

¿Habrá un acuerdo de última hora que evite el impago de Grecia? Seguramente. ¿Las diferencias entre el actual gobierno griego y sus acreedores van a continuar? Sin duda alguna. Esas diferencias son la base de la incertidumbre actual y, no olvidemos, la situación no se soluciona con este acuerdo. El gobierno griego necesitará con bastante probabilidad un tercer rescate, cuya negociación promete titulares.

Marcos Sánchez Bienzolas (msanchezb@ibercaja.es). Ibercaja. Heraldo de Aragón, 7 de junio de 2015


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