Servicio de estudios: Colaboraciones
30-08-2015

China exporta inestabilidad

Una vez que el drama griego se consideraba bajo control gracias al acuerdo con sus socios que desembocaría en el tercer rescate del país, el panorama parecía tranquilo en los mercados financieros durante otro mes de agosto de escaso volumen de negociación. Sin embargo, la situación de la insondable economía china ha vuelto a los titulares para dejarnos notables caídas en las bolsas y el precio de las materias primas y un fuerte aumento de la volatilidad.


La suspicacia de los inversores se ha ido despertando con algunos datos de confianza y con la decisión de las autoridades chinas de devaluar el yuan por primera vez en más de veinte años. Que la segunda mayor economía del mundo se desacelera es un hecho conocido e incluso deseado, pues se busca un crecimiento más sano y sostenible a largo plazo, pero la transición hacia una economía más basada en el consumo y en el sector servicios no es fácil, sobre todo si se han acumulado desequilibrios y planea sobre el país la conocida amenaza de una burbuja inmobiliaria (la construcción residencial supone más de un 10% del PIB) y de crédito (los préstamos al sector privado pasaron del 99,8% del PIB en 2008 al 150% en 2014).


Si se consigue evitar un escenario extremo en China, el viento puede seguir soplando a favor de la Zona Euro, donde el ciclo expansivo se encuentra en una etapa temprana. De esta forma, las cesiones bursátiles podrían aflorar oportunidades de compra, pero cuesta embarcarse en unos mercados tan turbulentos y dominados por la incertidumbre.

Santiago Martínez Morando (smartinezm@ibercaja.es). Ibercaja. Heraldo de Aragón, 30 de agosto de 2015


Volver