Servicio de estudios: Colaboraciones
04-10-2015

Multiplicate por cero

Es habitual el cero en las políticas monetarias actuales. Un dicho popular dice que “sirve tanto para un roto como para un descosido”. Así debió pensar el presidente de la Fed cuando bajo los tipos a este nivel a raíz de la crisis financiera en 2008 después de que el mismo tipo de política fuera uno de los causantes de la crisis.


Siete años han pasado desde entonces y aquí seguimos. Tasas de crecimiento del 2.5%, 0.3% inflación y 5% tasa de paro. ¿Es momento de normalizar los tipos? El objetivo de la FED es el crecimiento y la inflación, cuando se cumplió, se creo otro objetivo: desempleo, y ahora... parece ser que son los riesgos globales la nueva “excusa” para mantenerlos.


Esta situación hace que el ahorrador vea como sus ahorros no se ven remunerados (en el mejor de los casos), porque con inflación incluso pierden poder adquisitivo. Para las aseguradoras es igualmente complicado realizar su actividad y para los fondos de pensiones resulta todavía más dramático con una población cada vez más envejecida cuyos ahorros podrían verse mermados de cara a la jubilación.


Durante estos siete años se ha conseguido traspasar, que no resolver, el problema que lo generó, el endeudamiento. La deuda pública global ha pasado de 32 billones a 57: complicado apostar por fuertes subidas de tipos. En la versión española Bart Simpson ha hecho mítica la frase “multiplícate por cero” cuando la traducción literal del original sería “desaparece”. Ojalá en el caso de la deuda esta multiplicación tuviera este mismo efecto mágico.

María José Martínez Blázquez (mjmartinezb@ibercaja.es). Ibercaja Patrimonios. Heraldo de Aragón, 4 de octubre de 2015


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