El paso cambiado
Las últimas declaraciones desde la Reserva Federal de EE.UU. y el Banco Central Europeo apuntan a una orientación opuesta de la política monetaria en sus comités de diciembre. Del BCE se espera el anuncio de nuevas medidas expansivas, probablemente en forma de bajada del tipo de depósito y/o ampliación del programa de compras de deuda pública y otros activos financieros; de la Fed el inicio de un ciclo de subidas del tipo de intervención, algo que no hace desde 2004.
Tal discrepancia responde a una situación cíclica más avanzada en EE.UU. que en la Zona Euro, como muestran las tasas de paro a uno y otro lado del Atlántico: 5% frente a 10,8%, y porque el BCE no parece conforme con el bajo crecimiento de los precios, aunque se deba mayoritariamente al abaratamiento de las materias primas.
De confirmarse esa divergencia en las políticas de la Fed y el BCE, además de que el euro podría volver a ceder posiciones frente al dólar, se daría una presión al alza en los diferenciales de los tipos de interés entre EE.UU. y la Zona Euro, con un efecto neto difícil de prever en la rentabilidad de los tipos europeos, pues las medidas del BCE los contendrían mientras ejercen la influencia contraria las subidas de los tipos americanos.
En cualquier caso, la Fed no parece interesada en que suban con fuerza ni el ya apreciado dólar ni los tipos de interés, y lo más probable es que actúe con cautela en un entorno de debilidad de los países emergentes en el que tensionar la política monetaria, aunque proceda, es ir con el paso cambiado.
Santiago Martínez Morando (smartinezm@ibercaja.es). Ibercaja. Heraldo de Aragón, 15 de noviembre de 2015
Volver