Servicio de estudios: Colaboraciones
21-02-2016

Y EL REY ESTABA DESNUDO

Marcos Sánchez Bienzobas. Heraldo de Aragón

En varias ocasiones he hablado sobre la fe ciega de los inversores ante el experimento de política monetaria del BCE y, especialmente, de los excesos de valoración que dicho experimento estaba provocando en los mercados financieros.
Desde que el rey Draghi formulase su memorable frase, “haré lo que haya que hacer y, créanme, será suficiente”, los activos de riesgo han vivido un espectacular rally cuya fragilidad residía en su desconexión con la situación real.
El índice Eurostoxx-50 prácticamente había llegado a doblar su valor en los últimos cuatro años, mientras que los beneficios empresariales apenas han crecido en ese periodo. Pero, al igual que en la fábula de Christian Adernsen, nadie se atrevía a decir que el rey estaba desnudo, por no parecer necio, prefiriendo cerrar los ojos y seguir disfrutando de la fiesta.
Recientemente los mercados parecen haber abierto los ojos. En unos pocos meses el Eurostoxx-50 ha llegado a dilapidar dos tercios de la subida experimentada desde el famoso discurso. Y es que, a pesar de una inyección masiva de dinero, la recuperación económica no se consolida y la mejora en las expectativas de inflación que el BCE pretendía tampoco se produce. El BCE intentará sorprender en su próxima reunión de marzo, pero su credibilidad se encuentra gravemente cuestionada. ¿Qué más pueden hacer los bancos centrales cuando hasta ahora sus políticas apenas han tenido efecto? Y, lo que es más importante, si la situación empeora ¿tienen algún margen de maniobra?
El rey Draghi está en el centro de todas las miradas, señalado por la plebe al grito de “¡El rey está desnudo!”.
 
Volver