EFECTO MANADA
María José Martínez. Heraldo de Aragón
Racional o no, la matemática es innegable, si tú quieres comprar 100 unidades de un producto y en el mercado sólo hay 90 el precio se dispara. Algo así pasó hace unas semanas cuando el Banco de Inglaterra continuó con su recién iniciado programa de recompra de deuda y se encontró con que en el mercado no había “producto” suficiente. No sólo compran los bancos centrales, también lo hacen los gestores de fondos de renta fija no tanto por la expectativa de rentabilidad si no porque así lo estipula su política de inversión. Este efecto se ve incrementado además por el hecho de que el inversor, vistas las rentabilidades pasadas de estos productos, sigue apoyando este tipo de activo.
El efecto manada define el comportamiento inversor basado en la creencia de que el grupo colectivamente sabe algo que nosotros no. En las películas del oeste teníamos por un lado a los vaqueros dirigiendo la manada hacia verdes prados y a los indios incitando a los bisontes hacia el precipicio como método de caza. Esperemos que, como en el cine, vuelvan a ganar los vaqueros…
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