VUELTA AL COLE
Beatriz Catalán. Expansión
Respecto a la situación macroeconómica, estamos viendo que la recuperación global es muy dispar entre las distintas zonas, pero debería continuar gracias a una política monetaria y fiscal muy acomodaticia, una mejora de las condiciones financieras, un precio del petróleo más razonable (eliminando algunos de los riesgos asociados a un precio extremadamente bajo que veíamos a principios de año) y el empleo a nivel global también continúa creciendo. No obstante, a pesar de que estos factores sugieren cierta aceleración, el crecimiento global continúa todavía a niveles históricos bajos en el entorno del 3%. Los últimos datos que conocemos, sugieren que la macro se está comportando más resistente que lo esperado, particularmente en la Eurozona. La confianza de los consumidores permanece fuerte, y las encuestas PMI desde junio sugieren que el aumento de la incertidumbre solamente ha tenido un impacto adverso moderado, con un peso algo mayor sobre el sector manufacturero frente al de servicios. Además, la inflación global sigue baja. Sin embargo los efectos base de los precios de la energía empujarán al alza los índices en la segunda mitad del año. Por último, la economía sigue muy “subvencionada” por los estímulos monetarios y probablemente también veamos más impulsos fiscales. Está claro que la situación de relativa estabilidad económica en Europa no exige más medidas desesperadas, pero estamos seguros que el BCE, seguirá con su política ultra expansiva, o mediante una extensión del programa de compras vigente actualmente hasta marzo del próximo año e incluso puede seguir bajando más los tipos de interés. Asimismo, el entorno de bajos tipos de interés da pie para maniobras de gasto en el sector público, y es una herramienta que utilizarán los gobiernos especialmente en aras de las elecciones en Francia y Alemania del próximo año.
No obstante, no hay que olvidarse de los riesgos a la baja que tenemos pendientes. Por un lado como siempre China. El escenario base que asume el mercado sigue siendo el de una suave desaceleración en el segundo semestre. Por otra parte, tenemos a la Reserva Federal Americana. El mercado asume que la Fed va a seguir siendo muy acomodaticia. La probabilidad de subida de tipos en la próxima reunión del 21 de septiembre es actualmente muy baja y ronda el 25%, aumentando hasta el 50% en diciembre. Y por último los inversores no pueden ignorar los riesgos políticos que tenemos vivos: elecciones nacionales, referéndum constitucional italiano, políticas de apoyo para los bancos italianos, más ruido sobre cómo se va a implementar la salida del Reino Unido de la Unión Europea, etc.
Pero es cierto que en el mercado existe apetito por el riesgo, ya que todos los inversores estamos ávidos en la búsqueda de rentabilidad. En esta situación que tenemos en Europa, dónde el 25% del mercado de deuda cotiza a tipos negativos, dónde en el mercado de crédito escasean las emisiones que den algo de rentabilidad, y dónde el mercado de renta variable se mueve últimamente demasiado estable, pero a sabiendas de que nos movemos cercanos a máximos de los últimos 8 meses, creo que pueden saltar algunos niveles que traigan corrección si tuviéramos alguna mala noticia o mal dato. Así, creo que el peligro puede venir del hecho de que los Bancos Centrales defrauden en esta vuelta al cole de septiembre. Cualquier desviación de estos dos escenarios podría hacer que se rompiera el equilibrio vulnerable que en estos momentos reina en los mercados. Aprovechemos los rangos que nos ofrece el mercado, ya que es probable que continúen así durante un tiempo.
Beatriz Catalán Corredor
Doctora en Economía
Gestora de Inversiones, Ibercaja Gestión
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