Servicio de estudios: Colaboraciones
17-10-2016

BELLA ITALIA

Cristina Gavín. Heraldo de Aragón


Existe un proverbio italiano que dice “mangiar quella minestra o saltar quella finestra” que viene a decir que a veces no se puede elegir y no queda más remedio que aceptar lo que hay.
Esto debieron pensar los inversores la semana pasada, cuando el tesoro italiano emitió 5.000 millones de euros en un bono a 50 años con una rentabilidad del 2,85% y una demanda que superó cuatro veces la oferta. Puede parecer poca rentabilidad para un plazo tan largo, pero si lo comparamos con países de su alrededor la cosa cambia. Sin ir más lejos, España, cotizaba el día de la subasta italiana al 2,55%.
¿Cómo es posible, que a pesar de la difícil situación política que vivimos en nuestro país, los inversores exijan menos rentabilidad a la deuda española frente a la italiana?
El motivo es que la economía del país italiano, afronta un gran número de incertidumbres. Estancamiento en su tasa de crecimiento (0,0% en el 2T16), alto endeudamiento público (133% s/PIB) y un sistema bancario muy fragmentado con un elevado volumen de activos dañados. Sin olvidar el referéndum del próximo 4 de diciembre sobre la reforma constitucional.
En este contexto, la rentabilidad de la deuda italiana va a seguir penalizada, ofreciendo retornos por encima de sus homólogos europeos, y donde no podemos descartar episodios de volatilidad, que sin duda serán aprovechados por los inversores para dotar de mayor potencial a sus carteras. A fin de cuentas, Italia sigue siendo uno de los pilares de la Eurozona y su viabilidad en el medio /largo plazo está fuera de toda duda.

Cristina Gavín Moreno.
Gestora de Inversiones.
Ibercaja Gestión.
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