MIEDOS INCUMPLIDOS
Cristina Gavín. Heraldo de Aragón
Tras la victoria de Trump en las elecciones norteamericanas, las previsiones acerca del futuro de las economías emergentes, especialmente las más vinculadas al país norteamericano, parecían desastrosas, generando fuertes caídas en la renta variable de estos países, así como repuntes en las rentabilidades de su deuda.
¿Dónde estamos cinco meses después? Pues en un escenario bien distinto. El tono menos agresivo de la FED tras la subida de tipos en marzo, unido a las dificultades de la Casa Blanca para sacar adelante su agenda política ha aplacado los temores iniciales. Esta situación ha sido aprovechada por los países en vías de desarrollo, cuyos activos se han visto beneficiados por unas atractivas valoraciones en términos relativos lo que ha favorecido el flujo de inversiones hacia los mismos. ¿Resultado? los mercados emergentes tuvieron un mejor comportamiento frente a los desarrollados en el primer trimestre de este año.
¿Y ahora? Por supuesto las incertidumbres siguen ahí, pero no debemos olvidar que los fundamentales siguen apoyando a estos mercados, por lo que seamos selectivos, pero aprovechemos las oportunidades que se nos presenten.
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