ULISES Y LAS SIRENAS
Alberto Blasco. Heraldo de Aragón
De la misma manera se debe actuar en los mercados financieros. Sabemos que los precios no se mueven de forma lineal y que las variaciones de los mismos pueden pasar por momentos de excesiva calma como momentos de especial virulencia. Es decir, existen las sirenas con sus peligros. Esta variabilidad afecta al estado psicológico y la toma de decisiones, creando excesiva euforia o prudencia, que pueden llegar a dominar nuestro comportamiento.
Cuando se tiene un modelo de inversión determinado, el cual se ha obtenido desde un razonamiento frio y racional, no se debe caer en la tentación de la irracionalidad del corto plazo. Esta, como el canto encantador de las sirenas, puede llevarnos a tomar decisiones contrarias a las tomadas en los momentos de toma de decisiones pausadas y frías.
Como decía Benjamin Graham el mercado actúa de forma racional a largo plazo, pero de forma irracional en el corto. Si nuestro modelo es especulativo, la volatilidad puede ayudar a crear más oportunidades por la variación acelerada de los precios. Si nuestro modelo es de inversión a largo plazo, mantener la calma y rastrear oportunidades pensando en el futuro lejano.
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