INVERTIR COMO NIÑOS
Alberto Blasco. Heraldo de Aragón
Si las acciones suben porque los beneficios suben, lo lógico sería comprar aquellas acciones en las que pensemos que los beneficios van a subir. ¿Y cuales son las que tienen más probabilidad de que lo sigan haciendo? Pues seguramente aquellas que en los últimos años lo han estado consiguiendo y son líderes de sus mercados, ya que las tendencias y las inercias suelen funcionar como norma general.
Esta simple exposición, la cual parece muy lógica, y de hecho lo es, funciona. Pero… ¿qué es lo que hacemos después?, después entran los sesgos psicológicos y de comportamiento y nos salimos de la lógica.
Por poner un símil futbolístico. Los adultos normalmente elegimos el equipo de futbol de nuestra ciudad porque sentimos los colores y el apego a la tierra, aunque los resultados del equipo no sean demasiado buenos o incluso sean malos. Sin embargo los niños no tienen este sesgo sentimental y suelen elegir ser del equipo que gana, normalmente eligen ser del Madrid, Barcelona o del Bayer, o incluso de todos según la temporada.
El caso es que con nuestras decisiones de inversión es bueno quitarse los sesgos emocionales y elegir las compañías ganadoras, independientemente de la nacionalidad de las mismas o del sector en el que opere. Tener una cartera toda española o toda francesa, no es ni bueno ni malo. Lo bueno es tener una cartera diversificada de compañías ganadoras.
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