SOBRE VUELTAS Y PREOCUPACIONES
Beatriz Catalán. Expansión
El primer dato a mirar es la foto de las pantallas: y es que esta vuelta va a ser especialmente dura para un inversor que invierte en Europa que ve como su mercado registra una caída de más de un 3%, frente a un inversor que invierte en EE.UU dónde el S&P sigue alcanzando máximos históricos y avanza algo más de un 8% (un 12% de rentabilidad en euros). Y de nuevo, llegado a este punto, la pregunta más común es: ¿en qué punto del ciclo inversor nos encontramos?
Nosotros como siempre nos apresuramos a sacar nuestros modelos para dar una respuesta fundamentada. Metemos en la coctelera distintas variables, representativas de la salud económica del país: indicador adelantado ISM, tasa de paro, IPC subyacente y también financieras como: PER y la pendiente de la curva. En EE.UU., lo que vemos es que el mercado no soporta más de un nivel de 2.700-2.800 para el S&P 500, incluso aunque seamos muy optimistas y alarguemos el ciclo económico más allá del año 2020. Además hay otro dato importante y son los beneficios. Es cierto que los datos del segundo trimestre para las empresas norteamericanas han sido espectaculares, beneficios creciendo por encima del 25% y ventas cercanas al 10%, sorprendiendo positivamente. Sin embargo para los próximos trimestres ese momentum de resultados se verá ralentizado, ya que un dólar más fuerte, unos tipos de interés más altos y una subida en los precios de los materiales afectarán a esa tendencia. En cuanto a Europa, sí es cierto que los beneficios y ventas del trimestre no han sido tan brillantes cómo se esperaban, crecimientos en el entorno del 5% para ambas variables, pero a pesar de ello, e incluso en un escenario más pesimista, el mercado europeo debería estar como mínimo un 5% por encima de dónde se encuentra en la actualidad, un 10% en un entorno normalizado.
Por tanto, nos damos cuenta que “algo pasa, porque los modelos no funcionan”, hay algo que claramente se nos escapa, y es que tenemos que modelizar una nueva variable que se denomine “eventos de riesgo”. Acontecimientos cómo la crisis política europea, dónde el problema italiano, lejos de resolverse, puede aumentar la volatilidad conforme nos acerquemos al 27 de Septiembre y 15 de Octubre, fechas clave para la aprobación del nuevo presupuesto del gobierno italiano, primer foco negativo para Europa frente a EE.UU. En segundo lugar los fuertes problemas con los países emergentes, dónde Turquía, Argentina y Brasil han sido los principales protagonistas de un verano negro. De nuevo este segundo foco más perjudicial para las empresas europeas con unas ventas en el entorno del 30% a emergentes frente a las americanas cuya exposición aproximadamente es la mitad. Y el tercer tema importante es el relacionado con la Guerra Comercial iniciada por Trump. El escenario es todavía muy incierto y las negociaciones van a durar todavía muchos meses, sin embargo aquí sí que podríamos modelizar distintos escenarios y en todos ellos, resultaría más perjudicado EE.UU. frente a Europa. Aquí, el mercado se empeña en preocuparse rápidamente por lo negativo que puede pasar, y dinero miedoso sale de mercado europeo hacia americano. En EE.UU, en noviembre hay una cita política importante que podría provocar un tsunami en los mercados en el caso de que tanto Senado como Cámara de Representantes salgan demócratas, ya que la relación con la Casa Blanca sería caótica. ¿se modelizará igual esa “preocupación”? ¿o sólo se cotizan negativamente las “preocupaciones” para Europa?. Llegado a este punto, me parece muy acertada la siguiente cita de Mark Twain: “He tenido un montón de preocupaciones en mi vida, la mayoría de las cuales nunca ocurrieron”. Así que, ya es hora que por lo menos las “preocupaciones” coticen igual en todos los mercados, finalmente no tienen ni porqué materializarse y no hacen más que crear distorsiones en la valoración fundamental.
Beatriz Catalán Corredor
Doctora en Economía
Gestora de Inversiones, Ibercaja Gestión
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