CAPITANES
Cristina Gavín. Heraldo de Aragón
El terremoto vivido en los mercados estos meses vuelve a poner a prueba a los inversores más conservadores, que han visto como un shock externo ha puesto patas arriba no solo los mercados de más riesgo sino también activos más defensivos como la deuda.
Sin embargo, esto no es nuevo, ya en 2018 vivimos un momento de revés en los mercados, que llevaron a la práctica totalidad de las carteras a acabar en terreno negativo. Siempre lo decimos, los mercados tienden a sobrerreaccionar y el resultado fue que tras un año díficil, 2019 fue un año de rentabilidades muy positivas que permitió recuperar gran parte del terreno perdido el año anterior. La tendencia positiva continuaba en 2020 hasta que la pandemia global frenó la recuperación. El esquema vuelve a repetirse, tras la fuerte caída, desde mediados de abril el tono ha mejorado de forma notable, apoyado por supuesto por las autoridades monetarias y fiscales que han mostrado un elevado grado de compromiso con los mercados.
¿Ha pasado lo peor? Probablemente sí, pero eso no significa que no vayamos a seguir viendo volatilidad y retrocesos puntuales que tendremos que navegar, e incluso aprovechar, y es que ya lo dice el refrán “ningún mar en calma hizo experto a un marinero” Y si queremos ser verdaderos capitanes de nuestras inversiones, deberemos aprender a mantener la calma y pilotar nuestro barco aprovechando tanto el viento a favor como en contra.
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