PANDEMIA Y CUELLOS DE BOTELLA

Debido a la pandemia del coronavirus es la primera vez en la historia que se para el mundo de forma voluntaria en una economía globalizada. Con los parones de actividad, que han incluido cierres totales de empresas y fronteras en muchos países, se han producido los temidos cuellos de botella en el ámbito industrial. Esto ha generado un incremento de los costes de las materias primas y bienes intermedios, además de producir retrasos o incluso cancelaciones en los mismos.

Por ejemplo, el coste de los fletes de transporte marítimo se ha multiplicado por 10 en tan solo un año, pero además, la actividad en los puertos se ha reducido, lo que provoca atascos en los mismos y muchos barcos están esperando fuera de los puertos su turno para descargar y volver a cargar de vuelta. La máxima eficiencia de los costes de producción con técnicas como el “Just in Time”, que reduce los inventarios a la mínima expresión, ha jugado una mala pasada en estos tiempos de parones por zonas. En las cadenas de producción la velocidad de salida del producto lo marca el punto más lento. Al igual que en las autopistas las retenciones se producen en la reducción de carriles de las salidas. Y esto lleva a casos como el de la empresa de ropa deportiva Nike que ha reducido sus perspectivas de ventas y beneficios al ver interrumpida su producción por los cierres de fábricas en Vietnam.