El impuesto silencioso
Pedro Lacambra. Heraldo de Aragón
Durante los últimos meses hemos visto un aumento continuado de la inflación. En un primer momento, los analistas pronosticaban que iba a ser puntual, pero lo cierto es que no está dando tregua, y se comienza a descontar que no va a ceder en los próximos meses. En la última presentación trimestral de resultados, la gran mayoría de compañías indicaban una presión en costes al alza que, en última instancia, se trasladará a nuestros bolsillos. Los datos de inflación de noviembre se situaban en un +4,9% en Europa, +5,6% en España y +6,8% en Estados Unidos. La inflación es un impuesto silencioso, que hace que nuestro dinero ahorrado valga menos (podemos comprar menos cantidad de bienes con las mimas unidades monetarias) ¿Invirtiendo en el activo refugio (bonos de gobierno) podemos vencer al impuesto silencioso? No. Durante el mes de noviembre hemos visto fuertes compras de bonos, como consecuencia los renovados miedos sobre la mayor transmisibilidad de la variante Ómicron, que han llevado al bono alemán a 10 años a cotizar con una rentabilidad del -0,35%. Así mismo, El bono a 10 años español tan solo nos paga un 0,30%. ¿Dejando nuestro dinero sin “trabajar” podremos mantener nuestro nivel adquisitivo? No. Por ello debemos estar invertidos en renta variable para evitar que la inflación erosione nuestros ahorros. Mi consejo: asesórense bien, inviertan de forma global, diversifiquen y hagan aportaciones periódicas.
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