Revisiones y previsiones
Santiago Martínez. Heraldo de Aragón
Otra muestra de las dificultades de medición es el retraso con el que se ha publicado el PIB aragonés del año 2020, que conocemos desde hace menos de diez días. El dato fue mejor que lo esperado, ya que la caída fue del -8,5%, la cuarta menos negativa por regiones, y compara favorablemente con el -10,8% nacional y con las estimaciones anteriores para Aragón del IAEST (-9,6%) y de la AIREF (-10,4%).
Por lo tanto, el punto de partida es algo mejor de lo esperado. Son dos buenas noticias en un contexto de revisiones a la baja de las expectativas por el deterioro de la situación sanitaria y los problemas de suministro e inflación. En cualquier caso, la incertidumbre sigue siendo elevada, y entre los propósitos para 2022 volvemos a encontrar el control de la pandemia. Para que vuelvan a mejorar las previsiones será necesario que, más allá de la mera reapertura de actividades, la adecuada inversión de los fondos europeos otorgue continuidad a la recuperación.
Volver