EL AÑO DE LA REVANCHA

Tras un año fatídico en el que la llegada del Covid-19 se llevó por delante a los mercados, las bolsas mundiales se recuperan y se toman la revancha este 2021. La renta variable de Estados Unidos acumula una revalorización de casi un 30% en el año y la europea repunta en torno a un 20%, empujadas por las campañas masivas de vacunación y la progresiva reapertura y normalización de las economías.

Este año, la mayor parte de las bolsas no sólo han vuelto a niveles prepandemia, sino que han alcanzado nuevos máximos históricos. Y aunque la recuperación ha sido muy rápida en algunas regiones y sectores, como el de recursos básicos, energía o tecnología, otros no han conseguido remontar el vuelo. El sector de viajes y ocio todavía cotiza un 18% por debajo de los niveles pre-covid y la bolsa española se ha quedado rezagada y cae en acumulado un 10% en los últimos dos ejercicios. ¿La explicación? La composición de los índices y la evolución de los beneficios empresariales, que todavía siguen sufriendo en determinadas regiones e industrias.

De cara a 2022, la renta variable continúa siendo una de las mejores alternativas de inversión en el escenario actual de tipos de interés bajos y crecimiento económico. No obstante, podemos encontrarnos episodios de volatilidad por las actuales incertidumbres a cerca de las nuevas variantes y la retirada de estímulos monetarios, y debemos saber aprovecharlos.