Servicio de estudios: Colaboraciones
18-07-2022

Anómala paridad

Santiago Martínez Morando. Heraldo de Aragón.

El euro ha caído hasta cruzarse a apenas un dólar, su cotización más baja desde hace 20 años. Detrás de esta debilidad encontramos factores como la mayor subida de los tipos de interés en Estados Unidos, donde el tipo de referencia de la Reserva Federal es 175 p.b. superior al del Banco Central Europeo y la rentabilidad de la deuda soberana a diez años se encuentra 180 p.b. por encima de la alemana. También la política cuantitativa del banco central ha sido más agresiva a este lado del Atlántico, con el balance del BCE alcanzando el 70% del PIB de la región frente a menos del 40% por parte de la Fed, que además ha comenzado a retirar estímulos de forma acelerada. Otro factor que no debemos olvidar es la mayor repercusión de la guerra de Ucrania en Europa por la su cercanía y, sobre todo, por nuestra dependencia energética.

Más allá de estos factores influyentes a corto plazo, no hay motivos que justifiquen de forma estructural los bajos niveles actuales, lejanos a los 1,2 dólares que ha promediado el euro desde que nació en 1999. La inflación ha sido más alta en Estados Unidos (el IPC subyacente ha aumentado un 63% en estos 20 años frente a un 38% en la Zona Euro) y el elevado y creciente déficit comercial norteamericano es otro claro indicador de la sobrevaloración de su divisa. Mientras se mantenga la anómala paridad del euro, las compras en dólares nos saldrán caras, pero la situación será propicia para el sector exportador.

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