Servicio de estudios: Colaboraciones
30-10-2023

¿Cuánto hemos cambiado?

Amelia Benito. Heraldo de Aragón

En los mercados financieros durante la última década ha habido un acrónimo que ha predominado: TINA. Esta expresión, por sus iniciales en inglés, nos indicaba que no había una alternativa atractiva en términos de rentabilidad a la renta variable (There Is No Alternative).
Tras la crisis financiera de 2008, las políticas monetarias de los bancos centrales en ambos lados del atlántico cruzaron límites sin precedentes, llegando a fijar los tipos de referencia en terreno negativo por primera vez en la historia y durante más tiempo del que cualquier economista podía haber imaginado.
La pandemia mundial de 2020 supuso un antes y un después en los mercados, de eso no hay duda, y fue el pistoletazo de salida a una nueva ola de política monetaria. En marzo de 2022, la Reserva Federal en Estados Unidos comenzó a subir los tipos de interés y poco después, siguió sus pasos su homólogo el Banco Central Europeo. Entramos en una nueva era de subida de tipos, a una velocidad sin precedentes. Como no podía ser de otra manera, este cambio trajo consigo unas nuevas siglas: TARA (There Are Reasonable Alternatives), hay alternativas razonables a la renta variable.
Los inversores pueden ahora elegir más allá de la renta variable a la hora de tomar sus decisiones de inversión en función de su horizonte temporal, objetivos y tolerancia al riesgo.
 
Amelia Benito Bondía. Ibercaja Gestión
Heraldo de Aragón 29/10/2023

 
 
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