Servicio de estudios: Colaboraciones
03-12-2023

SIN RETORNO NO EMPRENDEMOS EL VIAJE

Beatriz Navarro. Diari de Tarragona

A la hora de analizar las distintas empresas que pueden pasar a formar parte de nuestra cartera de inversión, es importante tener en cuenta la rentabilidad que nos pueden generar como accionistas a futuro.

Una de las medidas más utilizadas en la industria es el ROE, Return On Equity en inglés. Esta métrica mide la rentabilidad de una empresa en relación con la cantidad de capital invertido por los accionistas y se calcula dividiendo el beneficio neto entre los recursos propios. Si una empresa tiene un ROE alto, significa que es capaz de generar una elevada rentabilidad con el capital que tiene a su disposición y, por tanto, resulta más atractiva desde el punto de vista del inversor.

Esta cifra no es estanca, va evolucionando a lo largo del tiempo en función del entorno macroeconómico, de la competitividad de la industria, de la rotación de activos, del capital… pero hay que tener cuidado dado que este indicador no tiene en cuenta la deuda de las empresas y puede presentar mayores riesgos si los endeudamientos son elevados.

Poniéndolo en cifras: 2023, al igual que ocurrió el año pasado, está siendo un periodo excepcional. El Stoxx-600, índice de referencia en Europa, marca un ROE estimado para el año de 13,4%, 1 punto porcentual por encima de la cifra de 2022 y su nivel más alto de los últimos 10 años. Dentro del parqué europeo la mejor cara a nivel de rentabilidad en 2023 la protagonizan distribución, viajes y ocio, tecnología e industriales, siendo sectores con ROEs superiores al 16% y cuya revalorización anual ha sido mejor que la del índice de referencia. Lo mismo pasa en España, donde el Ibex-35 también alcanza máximos con cifras del 12,5%, impulsado por la mejora de rentabilidad del sector financiero gracias a la subida de los tipos de interés, y a la recuperación de la industria del turismo.

2024 pinta algo peor: las proyecciones de consenso adelantan una caída de ROE de 0,5% para el Stoxx-600 y 1% para el Ibex-35. La principal preocupación del mercado es que el crecimiento económico pueda verse perjudicado por unos tipos de interés persistentemente altos y esto pueda dañar los márgenes y los beneficios de las compañías, sobre todo, de las más cíclicas y apalancadas.

Si analizamos la historia, en periodos de incertidumbre y de endurecimiento de las condiciones financieras, el mercado ha preferido optar por empresas de calidad: empresas con balances sólidos, flujos de caja consistentes y poder de fijación de precios, empresas y sectores con ROEs altos y resistentes. Atendiendo a la estadística, durante periodos bajistas en los mercados, las acciones con mejor clasificación por rendimientos de fondos propios asoman la cabeza entre la multitud y encabezan los retornos bursátiles. Como ejemplo, los sectores más defensivos como farmacia, alimentación y bienes personales presentaron cifras de ROE superiores al 15% de media desde el año 2006 y sobrevivieron a la crisis financiera con niveles mínimos de rentabilidad por encima del 10%, presentando las mayores alzas del selectivo en bolsa.

En un entorno de riesgos cambiantes, ser disciplinados y prestar atención a los modelos de negocio y a los fundamentales de las compañías, entre ellos las cifras de ROE, puede permitirnos captar inversiones con rentabilidades atractivas. Como accionistas, no queremos vernos inmersos en un viaje sin retorno: sin retorno, no hay viaje.
 
 
Beatriz Navarro Martínez. Ibercaja.
Diari de Tarragona, 3 de diciembre de 2023.
 

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