Servicio de estudios: Colaboraciones
07-12-2025

BITCOIN, LA PROMESA INCUMPLIDA

Iván Jimenez. Heraldo de Aragón

Desde su nacimiento allá por 2008, el Bitcoin arrastra un aura casi mística: descentralización, anonimato, independencia de los gobiernos y, sobre todo, escasez. Sobre el papel, posee todos los ingredientes para convertirse en el activo refugio del siglo XXI. Su narrativa es poderosa, ha sido catalogado como un “oro digital” diseñado para proteger al inversor de la inflación, de los bancos centrales y de la política.

Pero cuando pasamos del relato a los datos, la historia se complica. El comportamiento del Bitcoin en episodios de tensión financiera se parece mucho menos al del oro (activo refugio consagrado durante décadas) y mucho más al de un Nasdaq apalancado. Su volatilidad extrema, su correlación creciente con los activos de riesgo y su sensibilidad a los ciclos de liquidez hacen difícil sostener que actúe como refugio en momentos de estrés.

El oro sube cuando el miedo domina, el Bitcoin tiende a caer cuando la liquidez se drena. La teoría prometía protección, pero la práctica ofrece un activo especulativo cuyo precio depende más del apetito por el riesgo, que de su supuesto papel como reserva de valor.

Quizá algún día el Bitcoin madure hasta cumplir su promesa. De momento, su “bautismo como oro digital” tendrá que esperar.

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