BITCOIN, LA PROMESA INCUMPLIDA
Iván Jimenez. Heraldo de Aragón
Pero cuando pasamos del relato a los datos, la historia se complica. El comportamiento del Bitcoin en episodios de tensión financiera se parece mucho menos al del oro (activo refugio consagrado durante décadas) y mucho más al de un Nasdaq apalancado. Su volatilidad extrema, su correlación creciente con los activos de riesgo y su sensibilidad a los ciclos de liquidez hacen difícil sostener que actúe como refugio en momentos de estrés.
El oro sube cuando el miedo domina, el Bitcoin tiende a caer cuando la liquidez se drena. La teoría prometía protección, pero la práctica ofrece un activo especulativo cuyo precio depende más del apetito por el riesgo, que de su supuesto papel como reserva de valor.
Quizá algún día el Bitcoin madure hasta cumplir su promesa. De momento, su “bautismo como oro digital” tendrá que esperar.
Volver
Ibercaja