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MATANDO MOSCAS A CAÑONAZOS
Noemí Díez. Heraldo de Aragón
La escalada proteccionista se consigna como uno de los principales focos de atención en lo que llevamos de año. Todo comenzó con los aranceles comerciales que la administración Trump impuso a las importaciones de aluminio y acero procedentes de China este primer trimestre. Hace unas semanas esta misma medida se hacía extensible a México, Canadá y Unión Europea. Pero el listado de medidas unilaterales no termina aquí, las autoridades americanas han decidido limitar la inversión china en empresas de Estados Unidos y star-ups tecnológicas. China por su parte ha venido introduciendo nuevos aranceles para productos americanos.
El mayor argumento de Trump es que Estados Unidos mantiene un saldo negativo en las balanzas comerciales con todas las grandes naciones. Considera que el gigante asiático se ha aprovechado de la apertura de los mercados estadounidenses, al tiempo que blindaba los suyos. ¿El desequilibrio se debería corregir con aranceles? ¿No hay otro modo de impulsar la competitividad americana?
La amenaza de guerra comercial está provocando un goteo de jornadas bursátiles a la baja, aunque no derrumbes diarios como los vistos en febrero o, más recientemente en mayo en Europa, con la crisis política italiana. Los índices de volatilidad no están reflejando el nivel de incertidumbre que despierta la escalada de proteccionismo desatada. Sorprendentemente hay una menor percepción de riesgo actual.
Noemí Diez Cebamanos
Área de Riesgo de Crédito
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