Servicio de estudios: Colaboraciones
01-02-2021

INVERSIÓN SOSTENIBLE 2.0

Miriam Fernández. Heraldo de Aragón

Tras un abrumador 2020 en cuanto a flujos hacia la inversión sostenible, 2021 está llamado a continuar dicha estela. La cifra fue espectacular en renta variable global ASG (ambiental, social y gobernanza), 194 billones de dólares frente a salidas por 380 billones de dólares de fondos de renta variable global no ASG. Pero la renta fija ASG no se queda atrás y acumula entradas por 61 billones de dólares en 2020. La inversión sostenible abandona el nicho, cada vez son más los inversores que integran los riesgos de sostenibilidad en aras de la consecución de un mayor retorno financiero, a la par que persiguen un impacto positivo en la sociedad. Los desarrollos en renta fija son solo incipientes, a la vez que prometedores, toda vez que los bonistas, sin ejercer propiedad en la empresa, pueden también influir en el devenir de ésta a través de sus decisiones de inversión e implicación. La renta fija sostenible se extiende, por tanto, más allá de la categoría de bonos sostenibles (bonos verdes, sociales y sostenibles), para abarcar también la integración de criterios ASG. Las emisiones de bonos sostenibles superaron los 500 billones de dólares por primera vez, siendo los bonos sociales los que más crecieron frente a 2019 motivados por la pandemia. 2021 es un año clave tanto por la confluencia de desarrollos regulatorios en Europa a favor de la transparencia en la comunicación e integración de riesgos de sostenibilidad, como por la creciente sintonía a nivel global hacia los objetivos de descarbonización.
 
Miriam Fernández Jiménez. Ibercaja Gestión.
 
Volver