DIME CUANDO, CUANDO, CUANDO...

La caída más rápida de la historia ha sido superada por una rauda recuperación que incluso ha impulsado a los principales índices bursátiles a máximos. Una vez más, volvemos a atestiguar que, como dice Warren Buffet “el mercado es maniaco – depresivo”, pasa de la euforia al pánico mucho más rápido de lo que nadie puede prever y sin embargo seguimos intentando estimar cómo se “levantará” cada mañana.

Con cada crisis uno de los primeros mantras que aparecen es “esta vez es diferente”, todo se vuelve oscuridad y no se atisba luz al final del túnel. Del mismo modo, en los niveles máximos actuales cada vez resuenan más los mensajes catastrofistas. La historia nos dice que tenemos al menos una corrección al año y que tan sólo el 20% de las mismas se traducen en mercados bajistas. Perfecto pero, como diría un amigo mío… “¿es buen momento para entrar ahora?”.

Otra estadística muestra que la probabilidad de ganar dinero a un año es superior al 70%, y aumenta a medida que lo hace el plazo de inversión. Aún así, seguimos intentando predecir qué hará la bolsa cuando se reúnan Biden y Putin…

La bolsa en el corto plazo es imprevisible, en el largo plazo es reflejo de la evolución de los negocios de las compañías que la componen. Por ello, una de las claves más importantes es conocer las empresas en las que inviertes porque en algún momento del tiempo, el precio convergerá con el valor que estimas.  

María José Martínez Blázquez.
Gestora de Inversiones de Banca Privada de Ibercaja.