Servicio de estudios: Colaboraciones
17-01-2022

LA TORMENTA PERFECTA

Noemí Díez. Heraldo de Aragón

Los últimos datos de inflación, pese a confirmar en parte lo esperado, ponen en una incómoda tesitura a los bancos centrales: en EEUU es el más alto desde 1982, en niveles del 7,1%, en España superamos el 6% y en la Zona Euro se acerca al 5%. El brote de la variante ómicron en China y las contundentes medidas con las que se gestiona la pandemia, podría generar nuevas disrupciones en las cadenas de suministro en el corto plazo, añadiendo más presión sobre precios de materias primas, componentes y costes energéticos, y por tanto sobre la inflación.

El propio BCE con gran sutileza ha comenzado a cambiar su discurso, y ya habla de cierta persistencia en los datos de inflación mayor a lo esperado, aunque esperan que se corrija a lo largo de 2022, junto con la posibilidad de recalibrar sus políticas si así fuera necesario. Entretanto continúa con su estoica política monetaria de tipos nulos y compras de deuda en mercado. Esto contrasta con el mensaje más agresivo lanzado tanto por la Fed como por el Banco Central de Inglaterra, quienes en breve posiblemente veamos subiendo tipos. El desafío de los bancos centrales es evitar una sobrerreacción, lo cual podría tener unas consecuencias nefastas para la incipiente recuperación económica.

La cuestión es cuánto y, sobre todo, cuándo. Mientras se escribe la historia, consumidores, empresas y política económica asumen el desafío y los mercados lidian con la falta de visibilidad del desenlace.

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