¿Momento de tirar la toalla?
Miriam Fernández. Heraldo de Aragón.
Por un lado, China podría emerger de su letargo y desincronizarse positivamente de la economía global, toda vez que un crecimiento de perfil bajo (3%) es ahora el consenso. Por otro, las presiones inflacionistas en consonancia con las guías de subidas de tipos y retirada de estímulos están, en gran medida, puestas en precio. Los cuellos de botella en las cadenas de suministro (principal culpable del repunte de inflación en las primeras instancias) están reconduciéndose, lo que, unido al enfriamiento de la demanda, debería suponer alivio.
Si bien la evolución de los tipos es clave en la valoración de los flujos de caja de las compañías, la dispersión sectorial es muy amplia y polarizada, con sectores como energía y materiales con subidas de doble dígito mientras que tecnología corrige un 30% en Europa (patrón similar en EE. UU), lo que es fuente de oportunidad. En un entorno como al actual, los mercados dependen más que nunca de los datos de inflación y la pericia de los bancos centrales para evitar una recesión.
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