Todo llega
Cristina Gavín. Heraldo de Aragón.
Sin embargo, toda moneda tiene dos caras, y aunque parezca paradójico, el movimiento que hemos visto en los mercados en este primer semestre del año supone un punto de inflexión y abre una ventana de oportunidad para un perfil conservador que en los últimos años ha tenido muy difícil encontrar una activo “sin riesgo”. Por primera vez en mucho tiempo, la renta fija ofrece valor, incluso la curva monetaria cotiza en positivo, de forma que, sin asumir riesgo de plazo, los inversores más “miedosos” pueden optar a retornos positivos en horizontes de inversión reducidos. Puede parecer poca cosa, pero desde luego no lo es si tenemos en cuenta cual es el perfil mayoritario en el pequeño ahorrador.
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