Servicio de estudios: Colaboraciones
08-08-2022

INFLACIÓN O RECESIÓN

Anabel Laín. Heraldo de Aragón.

En el pasado mes los inversores han asumido que Europa se adentra en un entorno de desaceleración económica con inflación persistente. La economía europea, que ya está severamente afectada por efecto de la invasión de Ucrania y su preocupante dependencia del gas ruso, podría comenzar a ahogarse como consecuencia de la rápida e intensa subida de tipos proyectada. A finales de julio la decisión del BCE de elevar el tipo de intervención tras 11 años hasta el 0,50% para contener el desorbitado incremento de precios, fue el detonante que disparó los temores a incurrir en recesión. En consecuencia, los rendimientos de la deuda soberana se han reducido significativamente, descontado que las medidas para controlar la inflación tendrán un grave coste en términos de crecimiento. Asimismo, los precios de acciones y bonos corporativos han subido anticipando ahora tipos de interés más moderados en 2023. Este contexto de menor crecimiento ya se está plasmando en la revisión a la baja de los beneficios empresariales esperados, un ajuste que es clave para que las valoraciones reflejen la realidad económica prevista. En resumen, el comportamiento de los mercados en los próximos meses dependerá del alcance de la política monetaria restrictiva del BCE, los datos de actividad de la eurozona y la evolución de los beneficios empresariales. Y por supuesto, de la inflación y las tensiones geopolíticas.

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