Servicio de estudios: Colaboraciones
31-10-2022

Mapa de situación

Santiago Martínez. Heraldo de Aragón

Esta semana hemos conocido tres datos clave para comprender la coyuntura económica española: el PIB y la EPA del tercer trimestre y el IPC preliminar de octubre. Los dos primeros revelan que estamos capeando, a duras penas, el temporal de inflación e incertidumbre. La variación trimestral del PIB no cayó en terreno negativo (aumentó un 0,2%), el número de ocupados según la serie desestacionalizada de la EPA sí lo hizo, pero por muy poco (-0,06%). De esta forma, el mayor coste derivado de la crisis energética hasta septiembre es el de oportunidad: el pago de una electricidad, unos carburantes o unos alimentos más caros ha absorbido la fuerte expansión económica que se venía generando gracias al ahorro acumulado y a la reactivación de los sectores afectados por la pandemia.
El riesgo de deterioro del PIB y el empleo en los próximos trimestres es alto si continúa la inflación, por eso es importante que el IPC se frenase en octubre hasta el 7,3% interanual (frente al 10,8% en julio). Los precios de la electricidad se han moderado gracias a un menor recurso al gas y a la caída de su precio desde los máximos históricos de agosto. La incertidumbre en este mercado sigue siendo muy elevada y los precios energéticos permanecen en niveles que amenazan los márgenes empresariales, pero esta menor presión en el origen de las tensiones inflacionistas es la primera noticia esperanzadora en un año cargado de sorpresas negativas.
Santiago Martínez Morando (smartinezm@ibercaja.es). Ibercaja. Heraldo de Aragón, 30 de octubre de 2022


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