BLACK FRIDAY
Maria Jose Martinez. Heraldo de Aragon
No sólo tiene impacto en los mercados reales, sino también en los financieros: estadísticamente, la última parte del año, suele tener signo positivo. Las razones a las que se aluden van desde la entrada de dinero por temas fiscales a la más pura profecía autocumplida. Sea por causalidad o casualidad, no hay que olvidar que, sin tener en cuenta la estacionalidad, hay más jornadas positivas que negativas en términos generales.
Lo más importante es que sirven como termómetro sobre la situación del consumidor en estos momentos de mayores restricciones financieras. La subida de tipos hipotecarios empieza a hacer “mella” en algunos indicadores de vivienda americanos (suele tener un impacto retrasado). Mientras, las ventas minoristas en términos reales, esto es, sin tener en cuenta el efecto de la inflación se mueven alrededor del 0% gracias al ahorro acumulado desde 2020 y al aumento del uso de tarjetas de crédito. Desde hace dos trimestres, hay comercios que han sufrido este enfriamiento en la acumulación de sus inventarios en los almacenes, por lo que puede ser que se vean de nuevo descuentos en todos los mercados.
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