Depende, ¿de qué depende?

El S&P500 uno de los principales índices bursátiles a nivel mundial está formado por un elenco de 500 compañías estadounidenses. Como en el resto de sus homólogos, su evolución depende del desempeño de cada uno de sus componentes, pero ¿Y si les digo que no es 100% así?
Acabamos de finalizar el primer trimestre del año, con una notable revalorización del selectivo americano, cercana al 7,5%. No obstante, si analizamos los mayores contribuidores a este rendimiento encontramos que el 65% de la rentabilidad la explican las 5 empresas más grandes (Apple, Microsoft, Amazon, Nvidia y Alphabet). Y si tenemos en cuenta las 10 primeras posiciones, explican el 80% de la revalorización hasta final de marzo. Esta situación no es una excepción de 2023, si analizamos otros periodos temporales, obtenemos resultados similares. Así, durante el año pasado, cuando el índice sufrió fuertes correcciones, las 5 mayores posiciones explicaban prácticamente un 45% de la corrección.
El fuerte crecimiento vivido por estas compañías durante la última década ha ampliado notablemente las diferencias de capitalización de los componentes, haciendo cada vez mas evidente la influencia que tienen sobre el índice. Por ello, insistimos en la diversificación de las carteras, ya que es un factor clave a la hora de administrar nuestro patrimonio.