Ibercaja
¿SEGUNDAS PARTES NUNCA FUERON BUENAS?
Alberto Sacristán. Heraldo de Aragón.
Alcanzado ya julio y a punto de cerrar las maletas para las vacaciones, llega el momento de hacer balance del primer semestre y planificar el próximo.
La renta variable termina en verde, pese al endurecimiento monetario y a baches como la crisis desatada por la banca regional estadounidense. Los índices, liderados por un sobresaliente Nasdaq, alcanzan revalorizaciones de doble dígito en buena parte del mundo y en junio superan ya lo previsto por el consenso para todo 2023. ¿Y ahora qué? Cabe esperar de nuevo gran dispersión geográfica y sectorial, siendo clave el impacto del menor dinamismo de la actividad económica en los resultados empresariales.
La renta fija también ha permitido obtener retornos positivos, navegando unos tipos de interés estructuralmente altos en un entorno de spreads contenidos. En los próximos meses continuará siendo protagonista la disyuntiva de los bancos centrales entre controlar la inflación y contener el daño cíclico en el proceso de subida de tipos. En cualquier caso, los bonos alcanzan las rentabilidades más elevadas en cerca de una década, volviendo a ofrecer una alternativa real para los ahorradores y una oportunidad de gestión activa para los inversores.
Llega un nuevo semestre repleto de retos y, facturemos o no, lo que no podrá faltar en ninguna maleta será la diversificación y la capacidad de adaptación.
La renta variable termina en verde, pese al endurecimiento monetario y a baches como la crisis desatada por la banca regional estadounidense. Los índices, liderados por un sobresaliente Nasdaq, alcanzan revalorizaciones de doble dígito en buena parte del mundo y en junio superan ya lo previsto por el consenso para todo 2023. ¿Y ahora qué? Cabe esperar de nuevo gran dispersión geográfica y sectorial, siendo clave el impacto del menor dinamismo de la actividad económica en los resultados empresariales.
La renta fija también ha permitido obtener retornos positivos, navegando unos tipos de interés estructuralmente altos en un entorno de spreads contenidos. En los próximos meses continuará siendo protagonista la disyuntiva de los bancos centrales entre controlar la inflación y contener el daño cíclico en el proceso de subida de tipos. En cualquier caso, los bonos alcanzan las rentabilidades más elevadas en cerca de una década, volviendo a ofrecer una alternativa real para los ahorradores y una oportunidad de gestión activa para los inversores.
Llega un nuevo semestre repleto de retos y, facturemos o no, lo que no podrá faltar en ninguna maleta será la diversificación y la capacidad de adaptación.
Volver
