Servicio de estudios: Colaboraciones
15-04-2024

EL TREN DE LA RENTA FIJA

Alberto Sacristán. Heraldo de Aragón.

Si pensamos escenarios de estrés para nuestra cartera de inversión, seguramente incluiríamos eventos como una pandemia, una inflación desenfrenada, un conato de crisis financiera o conflictos bélicos. Efectivamente, todo ello ha ocurrido a partir de 2020. Pese a todo, el S&P 500 se revaloriza desde entonces un 60%.

En un contexto de tipos de interés estructuralmente altos, con expectativas de crecimiento reducidas y ante un repunte agresivo del riesgo geopolítico, las bolsas han mostrado una firmeza inusitada.

En comparación, los índices de renta fija sufren pérdidas de alrededor del 10% en el mismo periodo. Una corrección natural, teniendo en cuenta el agresivo tensionamiento de las condiciones monetarias tras una década de tipos cero. Ahora, después de haber descarrilado, la renta fija vuelve a ofrecer rendimientos atractivos, proporciona mayor protección ante los distintos riesgos que sobrevuelan los mercados financieros y se dispone a beneficiarse de los recortes de tipos de interés.

Ir en contra de la tendencia de mercado es una apuesta arriesgada. El rally puede continuar, pero las valoraciones de las bolsas son exigentes y los indicadores técnicos muestran una elevada complacencia. Aunque la renta variable debe estar presente en cualquier cartera de inversión a largo plazo, quizás hoy es momento de subirse al tren del potente binomio rentabilidad-riesgo de la renta fija.


Alberto Sacristán (asacristan@vida.ibercaja.es).
Gestor de Inversiones en Ibercaja Vida.

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