NUEVA NORMALIDAD

Vivimos meses frenéticos para los mercados. El “Día de la Liberación” trajo consigo una de las mayores caídas del siglo en dos sesiones consecutivas del S&P 500, solo por detrás de momentos puntuales de 2008 (crisis financiera) y 2020 (pandemia). También los spreads de crédito repuntaron significativamente, sobre todo en sectores más sensibles a la guerra comercial. Un mes y medio después, sin embargo, bolsas y renta fija han recuperado esas caídas.

Pero ya casi podríamos decir que no es una novedad. El pasado verano, el cierre de posiciones de carry trade en yen japonés provocó un desplome histórico de la bolsa nipona y, este mismo año, la irrupción de DeepSeek sacudió al sector tecnológico, poco antes de que la TIR del Bund se disparase de la mano del ambicioso paquete fiscal alemán. Todos estos shocks son muy diferentes, pero el denominador común es una caída brusca, seguida de una vuelta de mercado casi inmediata.

Navegamos un nuevo paradigma comercial más proteccionista, que podría poner en jaque el crecimiento y la inflación, en un contexto de riesgo geopolítico en su punto álgido. Y estas sobrerreacciones podrían ser sintomáticas de un mercado más débil, especialmente sensible a los titulares. Así, los factores de riesgo siguen acumulándose y la volatilidad es la nueva normalidad. Entre tantas curvas, es tiempo de prudencia y templanza, pero también de oportunidades.
 
Alberto Sacristán Latorre
Gestor responsable de Análisis de Mercado y Gestión de Carteras en Ibercaja Vida