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Para los aficionados españoles a la Formula 1, el domingo pasado fue especial al anotarse Carlos Sainz una victoria tan sufrida como merecida. Si han tenido la oportunidad de pasar un fin de semana en un circuito habrán comprobado como es un deporte de ingenieros donde sucede todo milimétricamente dentro de los tiempos previstos. En el ámbito económico, me temo que las cosas no funcionan así y nos estamos empezando a dar cuenta que el reloj del crecimiento se está parando y nadie, ni los economistas que hay detrás de los bancos centrales, saben realmente lo que tenemos por delante. A la incertidumbre propia de un conflicto bélico, hay que añadir una caída relevante de la renta disponible por un encarecimiento de la cesta de bienes y servicios que cualquier familia consume y disfruta a lo que se suma un crecimiento exiguo de los salarios, lo que supone una devaluación superior al 15% en apenas dos años. La respuesta de quién ha salvado los muebles en anteriores crisis ha sido subir en esta ocasión los tipos de interés para contener la inflación cercana al doble dígito, pero nunca se ha logrado ese objetivo sin pasarse de frenada provocando una recesión. La respuesta de los gobiernos está por ver, pero Alemania ya vuelve a señalar el camino de la contención del gasto en el ámbito fiscal. El manual de instrucciones está por escribirse, debemos estar preparados para todo.
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