Research Department: Collaborations
28-12-2025

LA RENTABILIDAD SE IMPONE A LA INCERTIDUMBRE EN 2025

Eduardo Miranda. Heraldo de Aragón

Despedirse del año 2025 es hacerlo de un año ambiguo. En muchos momentos, la incertidumbre ha copado titulares: crecientes tensiones geopolíticas, anuncios reiterados de aranceles, vaivenes en torno a las perspectivas de la IA. Sin embargo, cerramos el ejercicio con crecimientos considerables en los mercados (Europa: Stoxx600 +16% y EE. UU: S&P500 +17%).
 
Pero más allá del claro apetito inversor, la sensación de “montaña rusa” parece haber quedado atrás. En el año de los modelos generativos, la atención vuelve a los bancos centrales. En diciembre, tanto la Reserva Federal (que recortó 25 p.b.) como el BCE (manteniendo los tipos) cumplieron con las expectativas. Esto resulta relevante porque aporta estabilidad y recuerda que cualquier valoración sigue descontándose a un tipo de interés determinado. 
 
En España, el Ibex-35 ha registrado un comportamiento todavía más destacado (+48%), alcanzando máximos y consolidándose como uno de los focos internacionales de inversión, gracias a un perfil de beneficios más predecible y a un crecimiento relativo dentro de Europa especialmente sólido.
 
Mirar hacia el 2026 con optimismo es un ejercicio viable. La solidez en un contexto bullicioso y unos indicadores económicos que mejoran previsiones -tanto en EE. UU como en Europa-, junto con unos tipos de interés más bajos, invitan a pensar en un 2026 ilusionante. Confiemos en que la niebla geopolítica no termine de cubrir el camino.

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